Es considerada la primera película de ficción de la historia. Narra la historia de un grupo de astrónomos, que desde una gran reunión deciden hacer un viaje a la Luna. Planean el viaje y diseñan la nave, que es lanzada por un gran cañon. La imagen del cohete en el ojo de la luna es un icono en la historia del cine y ha sido utilizado como referencia en diversas ocasiones a través de la historia. Es curioso ver cómo se apostó más por la ficción de Julio Verne, que por el realismo. Las imágenes de la Osa Mayor, Saturno y la Diosa de la Luna provocando una tormenta de nieve son una clara muestra. La historia continúa con el encuentro con los selenitas, así como la muerte accidental de dos de ellos y su regreso a la Tierra.
Es aquí donde comienza la historia de los efectos especiales en el cine, y se da el primer movimiento de un objeto con respecto a la cámara (el acercamiento a la luna, aunque en realidad, no fue un zoom, sino fue el objeto el que se acercó). Y comienza también el entendimiento por los que hicieron el cine de la época que era posible contar historias fantásticas a través de ese arte.
UPS! George Méliès y su hermano (también guionista) no vieron un centavo por esta cinta, ya que antes de distribuirla comercialmente en EEUU, técnicos colaboradores de Thomas Edison - PADRE DEL CINE, para quienes no sepan - lograron hacer copias y las distribuyeron por todo el país (que gandallas!).
En fin, he aquí esta joya muda de los inicios del Siglo XX, que inició la magia de lo que hoy conocemos y que a algunos nos apasiona tanto.
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